El uso banal del lenguaje (que es vehiculo de la creatividad) le permite al manipulador hacer tabla rasa de convicciones profundas, tradiciones valiosas, criterios y normas seculares de conducta, es decir, de todo aquello que significa para el pueblo un apoyo espiritual. Y le permite hacerlo sin que el pueblo se percate de ello.
Es cierto, ya que, mediante el uso banal del lenguaje, el manipulador empobrece al hombre a fin de dominarlo fácilmente, y lleva a las gentes a pensar de forma que no ven posibilidad de unirse a las realidades del entorno, de modo fecundo, destruyendo así su creatividad.
Las gentes se ven desguarnecidas espiritualmente, lo que ocasiona que sean muy fácil de manipular. Ello explica por qué el manipulador práctica un modo de revolución precipitada y tosca, sin la debida hondura de planteamiento.
1°Comunicación Social "D"
Almarí Olivares L.
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