Muy a menudo se nos incita a rebelarnos, ganar independencia y ser autosuficientes, ya que con esto se despierta el afán de libertad en el hombre, pero esto trae como consecuencia la división ya que mientras el hombre posee más autonomía se desgastan las estructuras de la sociedad, por lo tanto dicha falta empobrece, resta energía y opaca la capacidad creativa y el poder de resistencia, y esta debilidad torna al hombre como un ser fácilmente dominable.
El manipulador se esfuerza en avivar la lucha de clases dentro de las diversas agrupaciones sociales, descuidando así los principios fundamentales como la familia, el lenguaje, las instituciones, movimientos culturales, experiencias religiosas, etc. Ofrece al hombre algo halagador para luego dejarlo desvalido y este a su vez se siente temeroso o dudoso por su posición final.
Haymar Marcano
1er Año Seccion "D"
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